11 de Marzo de 2011.
Volví a casa lagrimeando y preocupada. No podía parar de pensar en lo que había dicho ese médico. –No estás ovulando ni lo vas a estar en los próximos días- seguía sonando en mi cabeza como un estribillo. ¿Y si soy yo? ¿Y si mis ovarios no funcionan bien? ¿Y si funciona uno solo? No es imposible, pero sería mucho más difícil…
Cuando llegó G. le conté lo que había pasado.
-Me dijo que no estoy ovulando…- le dije tratando de contener las lágrimas.
-Bueno, ya vas a estar, acordate que tenés ciclos más largos…
-No, pero me dijo que no se veían folículos, no entiendo nada! ¿Y si soy yo? ¿Y si uno de mis ovarios no funciona?
-Pará, no seas exagerada, no sabés. Capaz que el tipo se equivocó… ¿No te habías hecho otra ecografía antes?
-Si, el año pasado, y dio todo bien…
-Bueno, no te adelantes. Esperá un día y empezá con los tests otra vez, tal vez demora…
Dejé pasar un día y empecé con las pruebitas de ovulación otra vez. Las hice el día 14 y salieron dos rayitas, la segunda ligeramente mas clara que la primera. Era un negativo. El 15 y el 16, también negativo, cada vez más clarito. Seguí haciéndolas por las dudas el 17 y el 18, pero la última ya era casi una sola línea. Claramente negativo. Mi preocupación iba en aumento. Por suerte tenía turno para el análisis hormonal el día 23 de mi ciclo, Ahí me iba a poder enterar si algo no andaba bien, y ya faltaba poco.
Mientras tanto tuve la entrevista para ese trabajo. Me fue bastante mejor que en la entrevista anterior, y ya todo parecía estar listo.
-Te va a llamar la coordinadora la semana que viene para confirmarte.
Me dijo, y esta vez me fui más tranquila. Al menos uno de los problemas estaba empezando a resolverse.
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