21 de febrero de 2011

sin número.

Y siguiendo el consejo de todos los que me dicen que me relaje un poco...

            ¡Nos vamos de vacaciones!

(Bueno, a decir verdad a esta altura ya estamos de vacaciones, porque estos posts son programados... en fin)

Espero que Mi Madre tenga razon y el mar haga milagros. Y si no, al menos, volveremos con material para blog...

Vuelvo en Marzo.

Besos a todos!

M.

19 de febrero de 2011

Sesenta y dos.


-La verdad es que G. y yo necesitamos relajarnos un poco. ¿Podés creer que hace casi dos años que estamos juntos y nunca nos fuimos a ningún lado? Ni siquiera un fin de semana!

-¿Y están pensando algo para las vacaciones? –pregunta Mi Madre.

-No se… Tenemos que ver cómo va el trabajo. Yo estoy complicada, tengo poco trabajo y encima en verano los pacientes se van de vacaciones, vos sabés.

-Si, se complica.

-Estamos sin un peso. Este mes le tuve que pedir ayuda a Mi Padre porque no llegaba a pagar las expensas. Un bajón… Así que vacaciones, no se, suena complicado…

-Bueno, yo en Febrero me voy quince días a la costa con mis amigas, como siempre. Se que no es el mejor plan, pero si ustedes quieren, en vez de alquilar un departamento con una amiga lo alquilo sola y les dejo una habitación para ustedes…

Me quedé muda. En otro momento de mi vida hubiera creído que irme de vacaciones con Mi Madre era un bajón, pero ahora…

-Estaría buenísimo… le tendría que consultar a G. pero… ¿No vas a gastar mucho más alquilando sola?

-Si, pero… ¡Todo sea por mis nietitos! Ustedes se relajan y se dedican a hacer nietitos. Estoy segura que el mar hace milagros…

-Jajajja… ¡Estás loca! Bueno, no se si dan las fechas, pero un poco de relax nos vendría tan bien…!

-Buenísimo entonces, preguntale a G. y nos ponemos a buscar departamento. Quiero uno que tenga dos habitaciones, así ustedes tienen privacidad... y con vista al mar así se inspiran… y se ponen las pilas, eh??

-Bueno, ma… ok, relajate… baja un cambio! Vamos a ver si se da…


17 de febrero de 2011

Sesenta y uno.

 Diciembre de 2010

Increíblemente, Mi Madre está feliz con la idea de Ser Abuela. Ya está planificando la vida de su nietito y tengo que andarla frenando porque sino ya me hace la reserva de vacantes para la escuela. El otro día fui a almorzar con ella a su departamento, un departamento hermoso en un piso dieciocho con vista al río, que compró, refaccionó y decoró hace pocos años.

-Estuve pensando… -dijo en medio del almuerzo- que si voy a tener nietitos, voy a querer que me vengan a visitar seguido y que tengan un lugar donde jugar…

-Si…

-Me parece que voy a vender este departamento y comprar un casita, o un PH, para que tengan un patio donde jugar, o una terraza…

-¡Pero mamá! ¡Si a vos te encanta este departamento! Estuviste un año buscando, un año refaccionándolo para que quede como a vos te gusta!

-Si, pero el edificio es una mierda, los vecinos me tienen harta y pago un montón de expensas. Y además, acordate, ahora que voy a ser Abuela me importan los nietitos. Quiero que tengan un patio donde jugar, y tener espacio para poner una piletita, y una parrilla para hacer asados, así vienen seguido…

-Bueno… no es una mala idea, la verdad.

-Ya estuve buscando. Ví un par que me gustan, no se si me alcanza… tengo que ver cuánto me dan por este…

-Bueno, tampoco te apures. Tenemos tiempo. Mucho tiempo…

14 de febrero de 2011

Sesenta.

Me pongo a averiguar, vuelvo a leer el post del blog de Parezi y veo que hay un link a la farmacia que vende los comprimidos. ¡Qué boluda! ¿Cómo no lo vi antes? Entro, leo y veo que es una farmacia que está bastante cerca de mi barrio. Llamo y encargo. Es un frasco con 90 comprimidos de 500 mg. Bien, un problema menos. Esa misma tarde lo paso a buscar y al día siguiente empezamos a tomarlos. Tiene el mismo olor nauseabundo, pero los comprimidos se pueden tragar sin sentirle el gusto… ni el olor.

Pero termina Noviembre y empieza Diciembre y las cosas siguen como siempre. Me vuelvo a indisponer. Y encima cada vez que me viene me siento peor. Yo no se si es la desilusión, el bajón o qué, pero todos los síntomas premenstruales que jamás tuve (¡Gracias pastillas anticonceptivas!) aparecen todos juntos. Estoy hinchada como un sapo, me duelen las tetas y tengo un humorcito de aquellos. Ando con ganas de llorar todo el día y me enojo por nada. Y el dolor… ¡El dolor! Se me parte la cintura al medio y no hay ibuprofeno que alcance. Y no tengo ganas de nada. ¿Cómo puede ser? ¡Si hasta hace unos meses me indisponía y casi ni me enteraba! Me dolía un poco un día antes y el primer día, pero nada que no se resolviera con un antiinflamatorio común, y después hacía mi vida normal, como cualquier día. Y ahora parece que se acaba el mundo, no lo puedo creer. Alguna vez escuché a alguna Ginecóloga decir que los síntomas premenstruales podían intensificarse después de los treinta, pero siempre creí que hablaban boludeces. Que esas eran cosas de “Minita”, que a mí no me iban a pasar.

¡Mierda!

¡Me estoy convirtiendo en una Minita quejona!!


12 de febrero de 2011

Cincuenta y nueve.

Noviembre 2010
No tenía ni la menor idea de dónde comprar la Maca, pero se me ocurrió empezar por las dietéticas de mi barrio. Después de preguntar en un par, que no tenían o se les había acabado llegué a la de la china que está a la vuelta de casa.

-Disculpe, ¿Tiene Maca?

-Shhi, tengo ésste –dice mientras me muestra un paquetito- shale veintinueve peso los shien gramos.

-Ok, lo llevo. Y ¿Cómo se toma?

-Una cucharadita en un vasho de agua.

-Ok, gracias! –digo mientras le pago y me voy.

Parecía fácil. Una cucharadita en un vaso de agua, ¿Qué complicación podía haber?

Al día siguiente en el desayuno, preparo como todos los días la bandeja con las dos tazas de café negro, las galletitas, el queso y agrego el paquetito de Maca más un vaso de agua. Me hago la valiente y empiezo yo primera. Abro el paquetito, saco una cucharada y la meto en un vaso con poca agua –así lo puedo tragar más rápido-. Revuelvo… y veo que el líquido se transformó en una especie de barro espeso, amarillento. No puede ser tan feo, digo, y cometo el error de olerlo antes. Puaj, PUAJJJ!!!

-¡Qué olor asqueroso tiene esto!

Es un olor indescriptible, no sabría explicarlo. Pero es un asco. Bueno –pienso- no me voy a achicar ahora… Me tapo la nariz, agarro el vaso y me lo mando de una, ante la mirada atónita de G. ¡¡¡Puaj, PUAJJJ, PUAJJJJJJJJ!!!! ¡Qué asco, por favor!!! Agarro la botella y me mando media botella de agua de un trago, para bajarlo.

-¡Qué asco!! Qué feo es!

-Y vos también… ¿A quién se le ocurre mandarselo así con agua? ¡Eso es un asco!

-¿Y vos como lo pensás tomar?

-Así…

Dice, mientras se unta una galletita con queso cremoso y le espolvorea el maloliente polvito amarillo encima. ¡Y se la come!

-No está tan mal…

Dice, mientras traga y tose, pero su cara da a pensar otra cosa. Se baja la otra media botella de agua de un trago.

-Esto va a estar complicado… -digo- ¿No vendrá en pastillas?

10 de febrero de 2011

Cincuenta y ocho.

Octubre pasó, Noviembre empezó y yo sin novedades. Me indispuse otra vez. Me había imaginado empezar mis 32 embarazada, pero no iba a poder ser. Tal vez para el año nuevo. G. y yo empezabamos a desanimarnos.

-¿Y si no podemos?

Me preguntó un día con cara de preocupado.

-Me parece que es demasiado pronto para preocuparse.

Le contesté haciendo un esfuerzo para no pensar ¿Y si tiene razón? Realmente era demasiado pronto. Apenas seis meses desde que dejamos de cuidarnos. Pero es muy difícil no pensarlo. En todos lados dicen que es normal demorar hasta un año para quedar embarazada, pero cada vez que hablo con alguien y le pregunto por su embarazo me cuentan que demoraron muy poco, que casi no tuvieron que buscarlo. La verdad nunca me imaginé que fuera tan difícil. ¿Para qué carajo me cuidé tanto todos estos años?

Todo el mundo me da consejos. Me dicen que me relaje y trate de no pensar tanto en eso. Y se que tienen toda la razón, pero ¿Cómo carajo hago? ¿Cómo hago para relajarme si tengo que estar pendiente de qué día me viene, de cuándo se supone que ovulo? ¿Si tengo que programar el sexo, ver cuándo caen mis días fértiles, tener relaciones  día por medio? ¿Quedarme en la cama 30 minutos acostada después de coger, levantando las piernas contra la pared? ¿Cómo se hacer para olvidarse? ¿Para disfrutarlo? Con lo ansiosa que soy, se me complica bastante. Tal vez debería retomar la terapia.

Mientras tanto busco blogs en internet para leer las experiencias de otras. Tal vez sea para no sentirme tan sola, o para ver si hay algún dato interesante que me pueda servir. Pero no encuentro mucho. Hasta que me topo con el Blog de Parezi que cuenta que ella tomó un yuyo que se llama Maca Peruana, que dicen que sirve para aumentar la fertilidad y para mejorar la vida sexual. Me pongo a investigar un poco más y resulta que se trata de un polvo hecho con una raíz de la selva peruana. Dicen que sirve como una especie de “Viagra natural”, que además ayuda a aumentar el volumen seminal y la lubricación, y que puede ayudar a regularizar los ciclos. No parece tener efectos secundarios. Suena interesante.

-¿Y si probamos con Maca?

-¿Te parece que nos hace falta?  

-Mal no nos va a hacer…

8 de febrero de 2011

Cincuenta y siete.


- Ya hace casi seis meses que no nos cuidamos con tu hermano.

- ¿En serio??? ¡Yo te lo traje en joda!

- Si, ya se… pero quería que sepas que estamos en eso. Aunque no es tan fácil como parece.

- Si, lo se… mis amigos estuvieron buscando bastante tiempo…

- Por eso… ¡No me vuelvas loca! Ya va a llegar, mientras tanto, paciencia…

- Pero ¡Qué bueno! ¡Voy a tener sobrinitos que vivan cerca! ¿Me vas a dejar cuidarlo?

- Más vale! No le voy a pagar a una baby sitter, para eso están las tías! ¡Y las abuelas! Jajaja

- Ahora cada vez que me invites a cenar a tu casa voy a creer que estás embarazada…

-Dejate de joder… ¡o no te invito más!


La merienda siguió sin más sobresaltos. Llegó Mi Madre, G. y un rato más tarde Mi Suegra. Las presentamos y servimos unas copas de vino mientras levantamos de la mesa los restos de la merienda y empezamos a preparar la cena. Al principio estaban un poco tímidas. ¡Qué raro eso de presentar a La Madre con La Suegra! Nunca me había pasado antes. Tuve noviazgos largos, pero nunca había llegado a esa situación. ¿Se llevarían bien? Eran bastante parecidas en muchas cosas, pero nunca se sabe.

Finalmente se sientan a la mesa y empiezan a hablar. Y hablar, y hablar, y hablar.

¡Y siguen hablando!

Se la pasaron hablando toda la noche como si nadie más estuviera en la mesa con ellas. Ni nos registraban. Parecían dos viejas amigas que se hubieran reencontrado después de años de no verse. Hablaron de todo. De la familia, de los hijos, de los ex, de ropa y perdí la cuenta. Mis hermanas se morían de risa.

- ¡Se ha formado una pareja! -Dijo una.

- Menos mal –dijo la otra- que alguien entretenga a la vieja así descansamos un rato! Jajaja…

-Qué alivio… - pensaba yo.

5 de febrero de 2011

Cincuenta y seis.


Lo pienso dos veces. Pero ya había empezado la frase. Tal vez sea el mejor momento para terminarla.

-El otro día, el día de la madre… le conté que G. y yo no nos estamos cuidando…

-¿En serio? ¿Vamos a ser tías? –Pregunta La Menor.

-Cuando se de… Por ahora nada.

-¡Qué lindo! ¡Sobrinitos!

Dice La Del Medio y me abraza, mientras La Menor da saltitos y aplaude como si fuera una nena.

-Bueno, pero no me vuelvan loca que ya estoy bastante ansiosa, ok? La cosa es que cuando se lo conté a mamá lo primero que dijo fue ¿Y no se van a casar antes?...

-Jajaja… dejala, está re loca últimamente…

-No se de dónde saca esas ideas. ¿Casamiento, yo?

Justo llega Mi Cuñada. Voy a abrir la puerta, la saludo y viene con un regalito en la mano y esa cara de haber hecho una travesura. Abro la bolsita y me encuentro con un par de escarpines. Se caga de risa.

-Jajajaja… ¡Nosotras te íbamos a comprar lo mismo! -dicen Mis Hermanas.

La acompaño al balcón a fumarse un pucho y le digo

-Te voy a contar algo, pero no hagas escándalo…

- …

3 de febrero de 2011

Cincuenta y cinco.

30 de Octubre de 2010.

Hoy es mi cumpleaños número 32. Ya soy oficialmente una “Madre Añosa”… Kaplan y la reputamadre… (¿Porqué será que la mayoría de los insultos hacen referencia a la maternidad y al parto? Perdonen, me fui por las ramas). Volviendo al tema. Es sábado y es mi cumpleaños. Nunca me gustó mucho organizar festejos para mis cumpleaños. Todos los años amenazo. ¡Este año no hago nada! ¡Que se maten todos! Pero después lo empiezo a pensar… Todo el mundo quiere que lo festeje, y un poco yo también, asi que me empiezan a dar ganitas. Y empiezo a planear algo. Pero lo odio. Odio organizar todo. Odio sentir que no va a venir nadie, que vamos a ser tres y va a ser un embole. Me pone re ansiosa. En fin. Organizo una merienda con amigas (el presupuesto no daba para cena) y después una cena con la familia. Todo en la casa de mi vieja que es más grande y luminosa que mi departamento. Se me ocurre invitar a Mi Cuñada a merendar con mis amigas, y a Mi Suegra la invito a cenar, así mi vieja se deja de romper la paciencia con hacer esa maldita reunión. Y de paso tengo una excusa. Mi suegra todavía no sabe nada ¿Con qué pretexto la iba a invitar sino? Empiezo a preparar todo. Café, te, gaseosas. Compro medialunas y un par de budines, panes y fiambres para hacer sanguchitos, hago galletitas de avena caseras, amasamos pizzas para la cena. Todo listo. Todo menos la torta y las velitas. ¿Da soplar las velitas a los 32? Para mí que no, así que me hago la boluda y me “olvido”.
Empiezan a llegar las amigas, entre ellas un par que leen este blog.

-Ojo con lo que dicen que viene mi cuñada que no sabe nada… y en un rato capaz que caen mis hermanas.

Les digo y se cagan de la risa. Siguen llegando y me sorprendo, vinieron casi todas mis amigas, incluso alguna que no veía hace miles de años. Llegan mis hermanas. Las saludo en la cocina mientras vuelvo a llenar una bandeja y escucho que vienen hablando de Mi Madre…

-Qué pesada que está… me está quemando la cabeza...

Dice la del medio.

-¿A vos también? ¿Qué le pasa?

Dice la menor.

-Si, a mi también –digo casi sin pensar- El otro día empezó a romper preguntando si me pienso casar…

-¿Qué? ¿Casarte? ¿Cuándo te preguntó eso?

-Ehhh....El otro día cuando le conté que… -digo, y me doy cuenta que estoy a punto de contar justo lo que no quería contar.

1 de febrero de 2011

Cincuenta y cuatro.



Llegan mis hermanas y cenamos. No se habla del tema. Hacemos como si nada pasara. En un momento me levanto a ayudar a Mi Madre que está en la cocina calentando la comida. Mientras calentamos el pescado y condimentamos la ensalada me dice en voz baja

-No vayas a hacer ningún esfuerzo ni a levantar cosas pesadas, eh?

-¿Qué?? –pregunto.

-Si, mirá si estás embarazada de dos o tres días, ni te das cuenta y si haces un esfuerzo capaz que lo perdés. Cuidate…

Me la quedo mirando. La verdad es que no entiendo lo que me está diciendo. O tal vez es ella la que no entiende. Ojalá yo pudiera vivirlo con la inocencia de no saber ni en qué día vivo, pero me indispuse hace una semana, no hay chance de que…

Le contesto que sí para dejarla tranquila.

-Y estaba pensando… tendríamos que conocernos con La Mamá de G. sino después va a ser medio incómodo ¿no?

-Pero ...a La Mamá de G. todavía no le dijimos nada…

-Ah… bueno… pero igual… ¿por qué no organizas una cena en tu casa uno de estos días así nos conocemos?

-mmm… bueno, dejamelo pensar.

Volvemos al comedor y la cena sigue como si nada. Bueno, como si nada es una forma de decir…