7 de octubre de 2010

Cuatro.

Con ayuda de ese mandato invisible atravesé una adolescencia bastante prolongada y muy particular. En vez de dedicarme a salir de noche, emborracharme y pasar de novio en novio, como hacía la mayoría de las chicas de mi edad, yo me dediqué a hacer lo que había que hacer. Elegí una carrera y me puse a estudiar, libro tras libro y fotocopia tras fotocopia hasta que me recibí. Tampoco es que fuera una santa, pero no me atraían las relaciones pasajeras. Tuve noviazgos largos y serios, eligiendo siempre hombres con los que a la larga no se podía contar. Pero uno elige y por algo es. En mi caso siempre terminaba con hombres que eran como niños. Vagos, mantenidos, mentirosos o insolventes. Hombres con los cuales era imposible imaginar un futuro diferente del presente y que en el fondo me venían como anillo al dedo para no hacerme cargo de que ya me iba haciendo grandecita. Claro que todo esto es mucho más fácil de pensar a la distancia. En ese momento oscilaba entre ponerme en lugar de madre o de psicóloga. Comprenderlos, ayudarlos, tratar de resolver vidas ajenas. La fascinación del enamoramiento se pasaba rápidamente y quedaban por delante meses y años de discusiones tan infructuosas como estériles, tratando de entender porqué siempre me hacían tal o cual cosa, porqué no podían cambiar y ser como yo quería, como yo había creído verlos en aquel primer momento de enceguecimiento del amor.

Hasta que me di cuenta que la que tendía que cambiar era yo.

De novio.

Que manía la de tratar de comprender y querer cambiar al otro, algo indiscutiblemente femenino.

14 comentarios:

  1. Claro, él es así porque nunca tuvo a su lado una mujer que lo amara como yo. Conmigo va a ser diferente...
    Besos

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  2. Me gustó tu reflexión. Todas tuvimos una etapa así. Muchos hombres también.

    Meterse en una relación sin futuro es una forma de hacernos los boludos y no plantearnos como queremos realmente las cosas.

    Decidimos dejar que el tiempo decida por nosotros para después no hacernos cargo!

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  3. Me ha pasado ... definitivamente una lección que sólo se aprende con la experiencia de vivirla.

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  4. Marina: Claaaro, es lo que todas pensamos, pura omnipotencia ¿No?

    Cat: Totalmente, y después encima, nos enojamos con el otro!

    Deb: En mi experiencia ellos son menos rebuscados... Pero habría que pedirles opinión!

    Tati: Y a veces es necesario tropezar hasta tres veces (o más) con la misma piedra. ¡Y cómo duele!

    Besotes a las cuatro.

    M.

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  5. leí todas tus entradas, y me sentí muy identificada.
    Mi mamá también decía esas cosas.
    Esto que escribís acá me pasó pero yo no lo pude dejar, me casé a los 23 y tuve dos hijas hermosas. Pero la relación... no es relación. Y tengo una manía de querer cambiar al otro cuando la que tiene que cambiar soy yo...
    de marido.
    Beso

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  6. muy cierto , la manía de querer cambiar a la gente ...

    y por qué será que vemos todo mejor a la distancia ?? nos haríamos un gran favor dandonos cuenta de las cosas a tiempo jaja

    igual , menos mal que al final cambió de novio :)

    saludos mujer !!

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  7. Qué lindo lo que escribiste amiga, me siento tan pero tan identificada...espantosamente identificada.
    Fui testigo de esa etapa, así que lo sé clarito. En mi caso, algo de eso que contás sigue vivo en mi, claro. El tema de dejar que el tiempo decida... es un problema, en todos los aspectos!
    beso!

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  8. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    TE SIGO TU BLOG




    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...


    AFECTUOSAMENTE
    MAÑOSA

    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

    José
    Ramón...

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  9. Yess: Bienvenida. Nunca es tarde para cambiar!

    Mai: Estaría bueno eso, no? Pero que dificil es!

    Sortijera amiga: Claro que es un problema. Y más que dejar que el tiempo decida, eso se llama HACERSE LA BOLUDA, digámoslo con todas las letras! jajajaa

    José Ramon: Que decir... Usted me dejó sin palabras.

    Besos!

    M.

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  10. Ay dio mio, sos mi hermanita gemela!

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  11. Flor, blanqueemos con los lectores... ¿Somos la misma persona encubierta?

    Jajaja

    Besos

    M.

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  12. Dona ¿En qué? ¿En cambiar de novio? Por suerte NUNCA me arrepentí!!!

    Besos y gracias por pasar y comentar!

    M

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Sacate las ganas y decilo...