Con ayuda de ese mandato invisible atravesé una adolescencia bastante prolongada y muy particular. En vez de dedicarme a salir de noche, emborracharme y pasar de novio en novio, como hacía la mayoría de las chicas de mi edad, yo me dediqué a hacer lo que había que hacer. Elegí una carrera y me puse a estudiar, libro tras libro y fotocopia tras fotocopia hasta que me recibí. Tampoco es que fuera una santa, pero no me atraían las relaciones pasajeras. Tuve noviazgos largos y serios, eligiendo siempre hombres con los que a la larga no se podía contar. Pero uno elige y por algo es. En mi caso siempre terminaba con hombres que eran como niños. Vagos, mantenidos, mentirosos o insolventes. Hombres con los cuales era imposible imaginar un futuro diferente del presente y que en el fondo me venían como anillo al dedo para no hacerme cargo de que ya me iba haciendo grandecita. Claro que todo esto es mucho más fácil de pensar a la distancia. En ese momento oscilaba entre ponerme en lugar de madre o de psicóloga. Comprenderlos, ayudarlos, tratar de resolver vidas ajenas. La fascinación del enamoramiento se pasaba rápidamente y quedaban por delante meses y años de discusiones tan infructuosas como estériles, tratando de entender porqué siempre me hacían tal o cual cosa, porqué no podían cambiar y ser como yo quería, como yo había creído verlos en aquel primer momento de enceguecimiento del amor.
Hasta que me di cuenta que la que tendía que cambiar era yo.
De novio.
Que manía la de tratar de comprender y querer cambiar al otro, algo indiscutiblemente femenino.
Claro, él es así porque nunca tuvo a su lado una mujer que lo amara como yo. Conmigo va a ser diferente...
ResponderEliminarBesos
Me gustó tu reflexión. Todas tuvimos una etapa así. Muchos hombres también.
ResponderEliminarMeterse en una relación sin futuro es una forma de hacernos los boludos y no plantearnos como queremos realmente las cosas.
Decidimos dejar que el tiempo decida por nosotros para después no hacernos cargo!
Humano, no femenino.
ResponderEliminarMe ha pasado ... definitivamente una lección que sólo se aprende con la experiencia de vivirla.
ResponderEliminarMarina: Claaaro, es lo que todas pensamos, pura omnipotencia ¿No?
ResponderEliminarCat: Totalmente, y después encima, nos enojamos con el otro!
Deb: En mi experiencia ellos son menos rebuscados... Pero habría que pedirles opinión!
Tati: Y a veces es necesario tropezar hasta tres veces (o más) con la misma piedra. ¡Y cómo duele!
Besotes a las cuatro.
M.
leí todas tus entradas, y me sentí muy identificada.
ResponderEliminarMi mamá también decía esas cosas.
Esto que escribís acá me pasó pero yo no lo pude dejar, me casé a los 23 y tuve dos hijas hermosas. Pero la relación... no es relación. Y tengo una manía de querer cambiar al otro cuando la que tiene que cambiar soy yo...
de marido.
Beso
muy cierto , la manía de querer cambiar a la gente ...
ResponderEliminary por qué será que vemos todo mejor a la distancia ?? nos haríamos un gran favor dandonos cuenta de las cosas a tiempo jaja
igual , menos mal que al final cambió de novio :)
saludos mujer !!
Qué lindo lo que escribiste amiga, me siento tan pero tan identificada...espantosamente identificada.
ResponderEliminarFui testigo de esa etapa, así que lo sé clarito. En mi caso, algo de eso que contás sigue vivo en mi, claro. El tema de dejar que el tiempo decida... es un problema, en todos los aspectos!
beso!
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
MAÑOSA
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Yess: Bienvenida. Nunca es tarde para cambiar!
ResponderEliminarMai: Estaría bueno eso, no? Pero que dificil es!
Sortijera amiga: Claro que es un problema. Y más que dejar que el tiempo decida, eso se llama HACERSE LA BOLUDA, digámoslo con todas las letras! jajajaa
José Ramon: Que decir... Usted me dejó sin palabras.
Besos!
M.
Ay dio mio, sos mi hermanita gemela!
ResponderEliminarFlor, blanqueemos con los lectores... ¿Somos la misma persona encubierta?
ResponderEliminarJajaja
Besos
M.
Cuanta razon1!!
ResponderEliminarDona ¿En qué? ¿En cambiar de novio? Por suerte NUNCA me arrepentí!!!
ResponderEliminarBesos y gracias por pasar y comentar!
M