11 de Abril de 2011.
Ya era hora de ponerme a buscar un Obstetra. Casi urgente. Me senté con la cartilla de Osde en una mano mientras con la otra buscaba un mail que me había mandado hace un tiempo Amanda. Ella es Ginecóloga y hace un tiempo le había pedido que me recomiendo unos cuántos médicos para reemplazar a mi Ginecóloga, y que de paso fueran obstetras. Todavía no había tenido tiempo de llamar a ninguno, y por ahora tampoco ninguna urgencia.
Pero todo cambia…
Encontré el mail y vi que me había recomendado no uno, sino cuatro obstetras que atendían por mi prepaga y mi plan. Genial. Me puse a buscarlos en la cartilla.
Descarté los dos primeros porque tenían consultorio en Caballito. Viviendo en Palermo y sin auto, Caballito es el barrio más trasmano del mundo. Y al Obstetra iba a tener que ir seguido. Descartados entonces.
Los otros dos tenían consultorios en Belgrano y Nuñez. Barrios bastante más accesibles, ya que están a un par de estaciones de subte de mi casa.
Llamé a la primera, la Dra. P.
Una vez que logré comunicarme, me atendió su secretaria, bastante amable. Le expliqué que quería pedir un turno para una primera consulta, le di todos mis datos y me ofreció un horario, que no me servía. Charlamos un rato de mis horarios disponibles y de los de la Dra, hasta que encontramos un horario medianamente posible. Los miércoles en un hueco de dos horas entre paciente y paciente.
-Ok, el miércoles a las 16.00 entonces
-Perfecto.
-Te hago una pregunta nomás, por saber. ¿La Dra. es puntual? Porque yo tengo que estar trabajando a las 18.00…
-Y… mirá… algo de demora tiene…
-Algo… ¿Cuánto?
-Y… por lo menos dos horas.
-¿DOS HORAS? ¿Por lo menos?
-Si…
-No, olvidate. Borrame el turno. Debe ser muy buena Dra. pero no creo que mi salud mental lo resista. Me pone muy nerviosa que me hagan esperar tanto.
-Ok…
-Gracias. Menos mal que me avisaste.
Dije y corté. ¿Estamos todos locos? Dos horas de espera “por lo menos”. Ni loca. No sería capaz de tolerarlo. Cambié de página y me puse a buscar a la siguiente, La Dra T. Pero llamé y llamé y llamé y nadie me atendió. No hubo caso. Nunca conseguí comunicarme, a pesar que llamé varios días diferentes y en horarios diferentes.
Finalmente llamé al Dr. S., el que me había recomendado mi Ginecóloga. No le tenía demasiada fe, pero quedaba cerca y a algún médico tenía que ver, al menos mientras conseguía uno como la gente. Llamé y me dieron tuno enseguida, para la semana siguiente.
-Te tengo que dar turno para el jueves Santo, porque después el Dr. tiene un viaje y no vuelve hasta el 10 de Mayo.
-¿Hasta el 10 de Mayo? Pero falta como un mes… Bueno, dame el turno igual, por las dudas…
Al día siguiente lo hablé con una compañera del hospital, y ella me recomendó a su Obstetra, que según ella era un genio.
-Te va a caer bárbaro, y tiene el consultorio por Barrio Norte.
Anoté el número y en cuanto llegué me comuniqué con la secretaria.
-Hola, llamaba para pedir un turno con el Dr. F.
-¿Para que especialidad?
-Para Obstetricia.
-¿Es por un embarazo?
-Si.
-No, el Dr. No atiende más Obstetricia, solo patología mamaria… Estamos derivando los pacientes de obstericia al Dr. G.
-Ok, gracias.
Dije, anoté el número y corté. ¡Qué complicado! Pero no me iba a desanimar tan fácil. Marqué el número del Dr. G.
-Hola, llamaba para pedir un turno con el Dr. G.
-Es primera vez?
-Si.
-Te puedo dar un turno para el 10 de Mayo.
-¿Antes no tenés nada?
-Nada.
-Ok, dame el turno por las dudas. ¿Dónde es el consultorio?
-En Microcentro.
Le dí las gracias, agendé el turno y corté, no muy convencida.
Parece que no era tan fácil conseguir un Obstetra…
uuuf! pesado!
ResponderEliminarya vas a conseguir!
Ese es otro tema complicado.
ResponderEliminarA la mia la encontré así: Comencé ir a una Ginecologa a los 19 recién, también por la obra social (de mi papá). Duré medio año, pero no funcaba: la muje era una vieja que atendía a otrs viejas, tenía un aire muy nervioso, no me explicaba las cosas. Al final, la temriné odiando, porque encima me enteré que le chismoseaba mis cosas a mi mamá. Cuando comencé a sospechar de un embarazo, la terminé por desechar.
Buscamos otra con mi novio, pedimos otra lista en la obra social. Y di con la que hoy es mi Dra: no sólo me pareció super profesional, es joven pero con mucha experiencia, calificada, super educada y podes entrar en confianza con ella. Ella me atendio todo el embarazo (porque tb es obstetra por suerte) y planeo tenerla de Dra mucho mas.
Asi que si enontrás un buen Doctor/a, seguro es por casualidad.
Sortijera: Si, pesado. Los médicos son siempre una complicación!
ResponderEliminarEve: El factor casualidad es importante. Pero da un poco de miedito!!
Besos a las dos!