3 de febrero de 2011

Cincuenta y cinco.

30 de Octubre de 2010.

Hoy es mi cumpleaños número 32. Ya soy oficialmente una “Madre Añosa”… Kaplan y la reputamadre… (¿Porqué será que la mayoría de los insultos hacen referencia a la maternidad y al parto? Perdonen, me fui por las ramas). Volviendo al tema. Es sábado y es mi cumpleaños. Nunca me gustó mucho organizar festejos para mis cumpleaños. Todos los años amenazo. ¡Este año no hago nada! ¡Que se maten todos! Pero después lo empiezo a pensar… Todo el mundo quiere que lo festeje, y un poco yo también, asi que me empiezan a dar ganitas. Y empiezo a planear algo. Pero lo odio. Odio organizar todo. Odio sentir que no va a venir nadie, que vamos a ser tres y va a ser un embole. Me pone re ansiosa. En fin. Organizo una merienda con amigas (el presupuesto no daba para cena) y después una cena con la familia. Todo en la casa de mi vieja que es más grande y luminosa que mi departamento. Se me ocurre invitar a Mi Cuñada a merendar con mis amigas, y a Mi Suegra la invito a cenar, así mi vieja se deja de romper la paciencia con hacer esa maldita reunión. Y de paso tengo una excusa. Mi suegra todavía no sabe nada ¿Con qué pretexto la iba a invitar sino? Empiezo a preparar todo. Café, te, gaseosas. Compro medialunas y un par de budines, panes y fiambres para hacer sanguchitos, hago galletitas de avena caseras, amasamos pizzas para la cena. Todo listo. Todo menos la torta y las velitas. ¿Da soplar las velitas a los 32? Para mí que no, así que me hago la boluda y me “olvido”.
Empiezan a llegar las amigas, entre ellas un par que leen este blog.

-Ojo con lo que dicen que viene mi cuñada que no sabe nada… y en un rato capaz que caen mis hermanas.

Les digo y se cagan de la risa. Siguen llegando y me sorprendo, vinieron casi todas mis amigas, incluso alguna que no veía hace miles de años. Llegan mis hermanas. Las saludo en la cocina mientras vuelvo a llenar una bandeja y escucho que vienen hablando de Mi Madre…

-Qué pesada que está… me está quemando la cabeza...

Dice la del medio.

-¿A vos también? ¿Qué le pasa?

Dice la menor.

-Si, a mi también –digo casi sin pensar- El otro día empezó a romper preguntando si me pienso casar…

-¿Qué? ¿Casarte? ¿Cuándo te preguntó eso?

-Ehhh....El otro día cuando le conté que… -digo, y me doy cuenta que estoy a punto de contar justo lo que no quería contar.

2 comentarios:

  1. Nas!! jajaja, todo te pone re ansiosa, deberías considerar seriamente practicar yoga o algo para esos nervios xD Ya quiero ver como le cae la noticia a tu suegra... !! Estaré al pendiente de noticias, cuídate, BYE!!

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  2. Kyara: si, soy un desastre! Creo que tengo que volver a terapia...
    o empezar con la medicacion! Jajaja

    Besos

    M.

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Sacate las ganas y decilo...