21 de Julio de 2011.
Para cuando llegó G. yo era un desastre. Una montaña de papelitos con mocos inundaba la cama y mi mesa de luz, mi nariz estaba colorada como la de un payaso y no paraba de estornudar y toser a cada rato.
-¿Me acompañas a la guardia?
Le dije, como pude. G. me miró y me dijo
-Así no podés ir a ningún lado. Dejame que te hago un tecito y llamo a un médico a domicilio.
-¿Te parece? Pero está acá cerca, nos tomamos un taxi…
-No, mejor quedate en la camita. Ya llamo.
Un par de horas más tarde llegó la Dra. Ya era de noche y yo seguía en la cama y afiebrada. De a ratos me moría de frío, de a ratos me moría de calor.
Me revisó, y confirmó lo obvio.
-Estas engripada.
-¿Se puede tomar algo?
-¿De cuántas semanas estás?
-20.
-Podés tomar Paracetamol. Tomate 2 cada 8 hs. Para que te baje la fiebre. Placas no tenés así que no necesitás antibióticos. Tomá mucho líquido y hacé reposo. Y por las dudas repetimos el análisis de orina para descartar una infección urinaria.
G. bajó a abrirle a la médica, pasó por la farmacia y cuando volvió se puso a hacerme una sopita. Yo no podía ni levantarme de la cama. Cancelé todos mis pacientes del viernes y me dediqué a hacer reposo.
Con lo que me gusta el reposo. Pero la verdad es que no tenía energías para mucho más.
cama y mimos
ResponderEliminarFamiliarizada: Totalmente. No queda otra, no?
ResponderEliminarBesos!!
M.