9 de agosto de 2011

Ciento veintidós.

Fines de Junio de 2011.

Finalmente me decidí y me fui a la oficina de mi prepaga a hacer el dichoso cambio de plan. Era un poco más caro y me daba bastante bronca tener que hacerlo, pero era importante. Una vez hecho llamé y pedí un turno con la Dra. K. La verdad es que me generaba mucho más confianza que el Dr. S., sobretodo después de que me la habían recomendado tanto. Y además atenderme en un lugar que conozco me daba cierta tranquilidad. ¡Las boludeces con las que nos conformamos algunos idiotas! Pero es así. En este caso me parecía importante estar tranquila y confiar. Llamé para pedir un turno y me lo dieron para mediados de Julio. Había que esperar, no quedaba otra. Y ese mes no teníamos que hacer muchos estudios, así que esperamos.

Los días pasaban y la panza seguía creciendo. Cada vez me entraba menos la ropa y hubo que empezar a usar ropa de “embarazada”. Sobre todo los pantalones. Pero ¡qué fea es la ropa de embarazadas! La primera vez que entré a un negocio de esos casi me muero. Una prenda más fea que la otra. ¡Y los precios! Están todos locos. Esos pantalones enormes, bolsudos, con cintas y botones por todos lados. Un horror. ¿Vendrán con antidepresivos? Me preguntaba antes de entrar a probármelos. Pero no quedaba otra. Ya nada de lo que tenía en mi placard me entraba y las cosas no iban a mejorar. Así que me probé, me probé y me probé. Y caminé. Hasta que conseguí un par de prendas que más o menos zafaban. Pantalones me compré uno solito. Los demás eran un asco o demasiado caros, y ¡eran para usar solo unos meses! Aproveché la moda y me compré montones de calzas, remeras largas y vestidos. Menos mal que se usan las calzas, no hay nada más cómodo. Pero había que buscar de ésas que no tienen elástico, las otras te matan.

Por esos días empecé a sentir algunos dolorcitos por ahí abajo. Como en la zona de los ovarios pero más al medio. Eran de a ratos. Yo suponía que era algo normal, pero no podía evitar preocuparme un poco. La verdad es que todo  ésto era nuevo y uno no sabe mucho qué esperar. Lamentablemente no tenía el teléfono del Obstetra, y no tenía nada de ganas de ir a una guardia a que me digan que soy una tarada, que estoy embarazada y eso normal. Pero G. se preocupaba cada vez más. Cada vez que me veía poner una cara saltaba de la cama.

-¿Cómo estas? ¿Qué te duele? ¿Vamos a la guardia?

-No, estoy bien… me duele un poquito acá… pero ya se pasa…

Todo ahí abajo se ponía duro por unos segundos y después se pasaba. Y además me había pis a cada rato. ¡Cada media hora! Me levantaba dos o tres veces por noche...

3 comentarios:

  1. Una de dos o se esta ubicando o es la pelvis que se esta preparando(me tiro por mas por esta) =) igual consulta con tu obstetra Y QUE TE DE EL TELEFONO!!!!!!!!! asi no te sacas estas minimas dudas.
    Besos!!

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  2. Quise decir ASI TE SACAS ESTAS MINIMAS DUDAS, y aprovecho bien por el cambio sino confias cambia =)

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  3. La Go: Creo que es más la segunda... Igual a este obstetra ya no le pido más nada ¡Por suerte ya cambié!!

    Besos

    M.

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Sacate las ganas y decilo...