19 de marzo de 2011

Sesenta y nueve.

Febrero de 2011

Después de una larga conversación con enojos y discusiones incluidas, nos fuimos a dormir. Sin sexo. Para mí la angustia y el sexo son altamente incompatibles. Y además seguía teniendo dudas de si era un buen momento para seguir buscando un embarazo.

Al día siguiente me levanté con ganas. Seguía teniendo mis dudas, pero decidí no pensar más en eso. Era al pedo hacerme la cabeza, si se tenía que dar de iba a dar, tanto el embarazo como la mudanza, pero la verdad es que como venían las cosas, había pocas chances de cualquiera de las dos cosas, ¡Y menos de que se dieran las dos cosas juntas!

-Ah, ¿ahora sí querés? ¿Pero quién te entiende?

Me preguntó G.

-No, no se… tampoco me lo hagas pensar demasiado. Pero veamos qué pasa. No perdamos la chance…

Así que probamos ese día, y el día siguiente también por las dudas.

Ahora solo quedaba esperar… Por suerte se venían las vacaciones…


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Sacate las ganas y decilo...